Bruno @ Mexico D.F.

miércoles, noviembre 08, 2006

Agua Azul, Misol-Ha y Palenque

Después de dormir aproximadamente dos horas y media...tocaba el viaje a Palenque, pasando antes por las cataratas de Agua Azul y Misol-Ha.

Puede ser interesante destacar la ligera resaquilla que llevaba el grupo de 5 cracks: Valentín, Castillito, María, Julio y Bruno. Tras hora y media de curvas y más curvas, llegamos a una especie de casa donde se paraba a todos los turistas para desayunar. Vaya grandioso zumito de naranja maravilloso, acompañado de huevos, bollos, mermelada...lo que se quisiera. Bastante bueno.

Después tocaba otra media horita más de curvas y de ver selva pura y dura hasta llegar a las cataratas de AGUA AZUL. Aquí se encuentran unas cataratas bastante grandes, no muy altas, pero si muy rápidas con una cantidad considerable de agua en movimiento.
Aquí nos dimos un paseito fantástico de un par de horas. Estaba todo bastante bien puesto para los guiris como nosotros. Había una infinidad de puestecitos y cabañitas donde te vendían artesanía (toda era igual en cada puesto) y mucha comida, jugos, etc. Cabe destacar en la foto la fantástica imagen de ir por el medio de la selva y encontrate una cabañita con una máquina de cocacola...eso no tiene precio! Tras visitar la pura y dura selva cercana a estas cataratas, volvimos tranquilamente a la camioneta que nos había traído camino de las siguientes cataratas, las de Misol-Ha.

Otra vez media horita de furgoneta (esto de viajar por la selva es complicadillo, se podría decir). Y estas si que eran las típicas cataratas, super altas y con una belleza realmente indescriptible. María, Castillo y yo hicimos una incursión como los más chulitos del lugar para hacer la gracia de ir “por detrás” de la catarata...lo cual nos salió bastante mal, ya que nos calamos en aproximadamente 14 segundos y sin darnos cuenta!.
Como se puede ver en las fotos este lugar era realmente mágico, con demasiada gente, pero tranquilo y especial, si no tenemos en cuenta el tremendo ruido del agua. Tras tener suficiente agua encima y aventura de la buena, nos encaminamos nuevamente en la maravillosa furgoneta hacia Palenque. Esta es una de las más grandes ciudades de los Mayas. Se podría decir que el lugar es simplemente acogedor. La belleza de las pirámides y construcciones no tiene comparación. Todos los edificios estaban rodeados por selva, lo cual la hacía ser como una islita. Había varias cosas que llamaban mucho la atención. Primero la verticalidad de las casas, ya que ciertamente no hacían más que subir y bajar...eso si, en unos escalones para pitufos, ya que era imposible poner los pies completamente, con el peligro que esto tiene. Además, las preciosas pirámides tenían una inclinación peligrosísima!, sobre todo si mientras bajabas mirabas al bellísimo paisaje... No hubo percances al respecto, pero que peligro! Tras empaparnos de la cultura Maya, nos dirigimos a la ciudad “moderna” de Palenque, que según la guia que llevabamos era “Bochornosa”. Gran guía, y tenía TODA la razón. Espectacular, habíamos llegado al México PROFUNDO.
Palenque es una ciudad sin centro, sin plazas, sin iglesias...simplemente un montón de calles unidas, con cosas raras, con muchas tiendas, con mucho tráfico, con gente extraña, con mucho calor seco...por fin habíamos conocido el México profundo. En las fotos se puede ver perfectamente de lo que estoy hablando...todo lleno de cables, suciedad, tiendas cutres, carteles extraños...impresioannte.

Tras esto nos tomamos una cenita bastante interesante con un filetito de “res” en medio de la selva, en una especie de complejo, y una vez llenado el estómago, era la hora de dormir...que todavía arrastrábamos algo de resaca del día anterior...