Bruno @ Mexico D.F.

martes, noviembre 07, 2006

San Cristobal de las Casas y pueblos indígenas

Nunca me podría haber esperado lo que nos iba a deparar el segundo día!

Contratamos una excursión a “Los Pueblos Indígenas”. Lo primero que nos dijeron es “Ni se os ocurra sacar la cámara de fotos. Hace un mes, vino un israelita, e hizo una foto en la iglesia y directamente le metieron en la cárcel, además de romperle la cámara, etc.”. Lamentablemente esa es la razón por la cual no hay reportaje gráfico de lo que vimos.

Inicialmente fuimos a San Juan Chamula, y ahí realmente flipamos en colores. Era el “Día de los Muertos”, y para los indígenas es MUY importante. Todos van al cementerio (parcela de tierra en medio del pueblo, que ni está vallada ni nada de nada), y ahí llevan cosas a los muertos, los cuales todos están llenos de restos de pinos: Espectacular. Ahí van a pasar el día, al lado de las tumbas, mientras se ponen a pimplar como unos verdaderos campeones. ¡Vaya trozo llevaban algunos! Se podría decir que hacían “Botellón” en las tumbas, literal.

Tras la fantástica experiencia (realmente casi indescriptible), fuimos a la zona de artesanía, donde adquirimos alguna cosa típica. Por cierto, los indígenas son unos cracks, negocian más que los marroquíes! Vaya figuras.

Tras dejarnos unos cuantos pesos, fuimos a la famosa iglesia del pueblo, la cual, personalmente, no me llamó tantísimo la atención. A la salida estaban tocando las campanas (había un grupo de personas enfrente de la iglesia, a aproximadamente 25 metros con cuerdas que estaban unidas a las campanas...a eso le llaman ellos tocar las campanas). Lo impresionante es que había MUCHAS personas justo a la entrada, debajo de las campanas, BUSCANDO ORO! Ellos decían, que con el coche de las campanas, caían pequeñísimas partículas al suelo, por lo cual querían recogerlo. Sinceramente genial.

Después de San Juan Chamula, fuimos a otro pueblo, donde nos recibieron en una casa. Era una casa de artesanas, donde vivían varias mujeres. Nos dejaron muy clarito que los hombres a trabajar fuera y ellas a cuidar de la casa y a hacer la artesanía.

Fue nada más llegar cuando nuestro guía tubo la fantástica idea de hacer una BODA INDÍGENA con nosotros 4. Valentín y María se casaban, y Castillo y yo eramos los padrinos. La foto lo dice todo.


Para celebrar la boda, pasamos a su “cocina”, donde nos cocinaron unas tortas de maíz que tomamos con aguacates, frijoles, salsa...muy típico. Vaya cocina, madre mía. Una vez acabada la boda y el banquete, adquirimos algo de artesanía (una manta, una camisa, etc...insisto, como negocian, vaya cracks), y volvimos al pueblo. Vaya mañanita.

Por la tarde conocimos “a fondo” San Cristóbal de las Casas. Es un pueblo realmente precioso, colonial y limpio, pero lo que más me llamó la atención fue el colorido de las casas, precioso, impresionante! Fuimos a la zona “comercial”, y vimos alguna otra cosa interesante. Había un menda lerenda que tenía un peso en medio de la calle, y te cobraba por pesarte...espectacular. Nuevamente nos cautivaron los puestos de un mercadillo, donde pasamos una hora larga negociando y trapicheando. A mi me entraron los siete males y aunque todo sea tan barato, me compré tantas cosas que finalmente me deje una buena lana. ¿Para que está el dinero si no para eso?

Por la noche cenamos y nos tomamos unas cuantas copas y se agregó Julio, un auténtico crack que está en México con el ICEX preparando el Foro de Inversiones Hispano-Mexicano. Encontramos un garito donde había un concierto de Reggae espectacular, y finalmente nos dieron casi las 3....y teníamos la excursión del día siguiente a las 6...iba a ser un día muy largo!

*El gran Julio, Castis y Bruno in action (sin alcohol...)